El pasado jueves 10 de octubre, se realizó la ceremonia de reconocimiento a las vecinas que participaron de Minga. El evento, contó con la entrega de diplomas y se reflexionó sobre la importancia de iniciativas gastronómicas sustentables.
Una de las aristas que convocan a más vecinos y vecinas a los talleres y programas impulsados por Yunus, son las que tienen relación a la sustentabilidad y gastronomía. Como Minga, que reúne ambas cualidades, pues convierte los alimentos de segunda selección de ferias libres, en una línea de productos que permiten su conservación.
En esta oportunidad, a actividad se realizó en la feria libre de Arrieta, en la que las 16 talleristas se dirigieron para recolectar frutas y verduras. Javiera Mandujano, profesora del programa, comentó que en un inicio fue difícil empoderar a las alumnas pero que pronto se dio con naturalidad:
“Se dieron cuenta de que lo que estábamos haciendo es una ayuda al medio ambiente y que además estábamos potenciando la gastronomía como un oficio, entonces se empezaron a sentir orgullosas de recolectar”, detalló.
En esa línea, Éster Pérez, vecina que participó del programa, compartió que esta experiencia no solo fue un apoyo en cuanto herramientas de proyección socioeconómica, sino que despertó un interés particular:
“Yo conocía la feria como consumidora, entonces con Minga empecé a conocer el tema de la sustentabilidad y se me ha abierto un mundo totalmente distinto. He tomado mucha conciencia de lo que botamos y comemos. Entonces de verdad ha sido una experiencia super enriquecedora”.
Justamente, Yunus busca generar proyectos que vinculen dos aspectos clave en su programación; por un lado, la autonomía social y económica de las mujeres peñalolinas; y por el otro, el fomento a la innovación a través de programas sustentables y de cuidado al medio ambiente.
Por esto es que la asociación con Fundación Gastronomía Social es relevante para la Corporación. Camila Moreno, directora de la institución, es clara en mencionar que la relación es provechosa:
“No es primera vez que realizamos una capacitación junto a Yunus, por lo que es un espacio que me encanta y admiro muchísimo. Los lineamientos con los que trabajan son muy similares a los que nos importan como fundación” finalizó.
De esta manera, los principios como la sustentabilidad, la conciencia medioambiental y la gastronomía como herramienta de cambio, se vieron reflejados durante todas las sesiones de Minga, que se extendió por todos los jueves y viernes entre el pasado 22 de agosto y 13 de septiembre.
En total, las vecinas lograron la producción de más de 300 frascos de conservas y la creación de 158,8 kilogramos de compostaje. Lo cual, permite considerar el cierre de la capacitación como un éxito y como un impulso para continuar generando programas de estas características.